
22 Nov Portátil o sobremesa: ¿Cómo saber qué ordenador es mejor para mis necesidades?
Enfrentarse a la decisión de compra de un ordenador es casi siempre una cuestión delicada… sobre todo para quienes –como la mayoría- no son expertos en la materia. Son muchos los factores técnicos que analizar a la hora de elegir el equipo que más se ajuste a nuestras necesidades y muy abundante a la par que compleja la formación que tenemos al respecto.
En estos casos, se hace necesario un asesoramiento adecuado. Pero antes de ponerse en manos de un profesional, hay una pregunta básica a la que hay que hacer frente y que, por error, muchas veces no nos hacemos: ¿debo decantarme por un ordenador portátil o de sobremesa?
En los últimos años, la popularización y universalización del uso de ordenadores portátiles frente a los tradicionales equipos de sobremesa ha producido la práctica marginación de los segundos frente a los primeros. Sin embargo, el auge de los dispositivos portátiles no significa necesariamente que se traten siempre y bajo cualquier circunstancia de la mejor opción.
Como en todo, pueden resultar los más apropiados para determinadas tareas –sobre todo teniendo en cuenta su versatilidad- pero, en determinadas circunstancias, nuestras necesidades pueden verse cubiertas de forma más integral y satisfactoria con un equipo fijo. Otras veces lo ideal será contar con ambas opciones: existe la vía de hacernos con un equipo de sobremesa potente para nuestro día a día y suplir nuestras necesidades de movimiento con un portátil que cubra necesidades más básicas. Todo depende de cada caso particular.
En resumidas cuentas: la decisión entre ordenador portátil o sobremesa no debe venir determinada por modas u otras razones aleatorias, sino por la conveniencia del dispositivo concreto en función de nuestras necesidades. En este post analizamos algunos puntos que pueden ayudarte a escoger sin arrepentirte de tu inversión.
Características por las que decidirse entre portátil o sobremesa
La elección entre portátil o sobremesa ha de tomarse en función del uso que vayamos a dar al equipo, ya que las características, ventajas y desventajas de estos son dispares, ofreciendo utilidades diversas que deberemos adaptar a nuestra forma de utilización. Esta sería una pequeña síntesis de las características que deben hacer que nos decantemos por un portátil o por un ordenador de sobremesa:
– Portabilidad
La primera (y obvia) característica a destacar de los ordenadores portátiles es su portabilidad, lo que nos aportará una gran movilidad y autonomía -frente a los equipos de sobremesa- tremendamente valorada en los modelos laborales actuales donde cada vez es más necesario el acceso a nuestro centro de trabajo desde diferentes lugares.
Si, por el contrario, tu trabajo es eminentemente estático, no tendrás necesidad de contar con un equipo de este tipo. Si te mueves de reunión en reunión de vez en cuando, tal vez un portátil con prestaciones básicas sea tu equipo complementario ideal.
Lo mismo se aplica al uso doméstico: todo depende de cuánto vayamos a desplazarnos y de qué prestaciones necesitemos para cada tipo de uso. Resulta muy habitual contar con un buen ordenador de mesa para la familia y dotar a cada miembro con una tableta o portátil, según las necesidades, tanto para ocio como para estudios, clases, trabajo…
– Resistencia
Si lo que buscas es un dispositivo que soporte largas jornadas de trabajo seguidas, o que pueda permanecer encendido horas y horas, en principio un sobremesa puede ser tu mejor elección, aunque existen portátiles cada vez más sofisticados, con mayor autonomía, más capacidad y menos problemas de calentamiento –una de las principales causas de avería en este tipo de aparatos-.
– Tamaño de pantalla
Si trabajas como diseñador gráfico o similar, trabajar con un portátil de pequeñas dimensiones puede poner a prueba tu vista… y sin duda resultará mucho más incómodo que moverte con una gran pantalla que, además, esté preparada para protegerte o que cuente con una gran resolución. La gran ventaja de los portátiles –su pequeño tamaño- se convierte en un inconveniente insalvable cuando hablamos de profesiones y usos de este tipo. Otro tipo de trabajos permiten una mayor flexibilidad, aunque trabajar solo con un equipo portátil puede llegar a resultar agotador con el paso del tiempo.
Los ordenadores de sobremesa facilitan las cosas cuando sabemos que vamos a pasar largas horas frente a ellos. Además, permiten acomodar de forma perfecta nuestro espacio de trabajo, al poder situar la pantalla a la altura más conveniente en función de nuestras características físicas, la altura de nuestra mesa, silla… La posición mejora y la salud se resiente menos.
– Conectividad
A pesar de que intuitivamente podamos pensar que los ordenadores de sobremesa ofrecen una mayor conectividad por la mayor fiabilidad de los cables de red frente a las redes WiFi, los portátiles suelen contar con adaptadores de mayor alcance para las segundas, y nos siguen permitiendo la posibilidad de acercar el equipo al router si optamos por los primeros. Además, suelen contar con mejores conexiones bluetooth, lo que permite una mejor relación con otros dispositivos inalámbricos como nuestros propios smartphones.
– Durabilidad
Aquí los ordenadores de sobremesa no encuentran rival en los portátiles. Lo más habitual es que un sobremesa tenga una vida útil mucho mayor que la de un portátil, gracias entre otras cosas a su concepción modular, que permite la sustitución de cualquiera de sus piezas cuando éstas dejen de ser operativas o se averíen. Mientras, las reparaciones de ordenadores portátiles resultan mucho más trabajosas desde el punto de vista técnico y. por lo tanto, mucho más costosas.
– Precio
Este es otro aspecto en el que el portátil suele perder frente al sobremesa. Si la opción que necesitas es un equipo portátil, tendrás que hacerte a la idea de que tendrás prestaciones un poco peores por el mismo precio que un equipo estático. Por otro lado, saber esto puede ayudarte a modular tu presupuesto y dividirlo entre varios equipos de tu interés: valora qué vas a necesitar para cada momento y crea con ayuda de un especialista tu equipo perfecto.
– Versatilidad
Por último, ten en cuenta que cuando te decantes por un PC de sobremesa tendrás la posibilidad de hacerte con un equipo modulable y realizar expansiones o cambios de componentes. Además, podrás ‘reciclar’ piezas de equipos viejos y usarlas en equipos futuros. Ello supone mayor versatilidad… y mayor ahorro. Con un portátil, por desgracia, tus opciones son infinitamente más limitadas.