22 Mar ¿Cómo puede transformar el Internet de las cosas tu empresa y tu trabajo?
Vivimos tiempos convulsos y quizás una de las consecuencias de tanta crisis ha sido un cambio de rumbo en nuestros valores como sociedad. La persona vuelve a encontrarse en el centro de la ecuación (al menos teóricamente) y eso hace que también el tiempo de trabajo y la forma en que se entiende un empresa esté mutando. La tecnología y, en este caso, el Internet de las cosas, se ha convertido en un gran aliado de este cambio.
Las herramientas fruto de esta tecnología pueden utilizarse a favor de la empresa para mejorar la calidad del trabajo, generar una mayor eficiencia y, en general, reducir el tiempo de gestión y facilitar tareas para que el trabajo (también el del empresario) se dedique a las parcelas más estimulantes, con mayor libertad de pensamiento y de movimiento que nunca.
Todo ello pasa, claro está, por sumarse a este carro y generar una nueva política empresarial. El Internet de las cosas, como ha ocurrido con otras tecnologías en el pasado, permite actividades cada vez más diversas, como gestionar nuestros datos, crear nuevos modelos de negocio y la posibilidad de conectarnos desde lugares cada vez más remotos.
En definitiva, el modelo de empresa puede (y lo hará) cambiar para adaptarse a las necesidades de las personas y del empresario, en armonía en cuanto a los objetivos y metas de su uso. Por eso resulta de tanto interés su implantación en la empresa, a nivel de gestión del propio negocio y de sus recursos humanos.
Más información que nunca se combina desde distintas herramientas para dar como resultado una empresa más ligera, más fácil de conocer y de gestionar.
Hacia un modelo de empresa inteligente
Algunas grandes (y medianas o pequeñas) empresas han comenzado a dar ejemplo y nos acercan a una realidad en la que el modelo de negocio será más inteligente, respetuoso con el medio ambiente y con la cultura empresarial. Para ello, la herramienta básica de trabajo siendo nuestro ordenador, pero poco a poco se van introduciendo otro tipo de dispositivos conectados a la red para aumentar nuestra productividad y felicidad.
Los expertos nos recuerdan que es importante entender que la conectividad ya no tiene que ver sólo con ordenadores e impresoras, sino con un ecosistema complejo capaz de convertir objetos en servicios inteligentes. ¿A qué se refieren? A un universo (posible) de elementos interconectados que comparten información y actúan en consecuencia, consiguiendo que cada vez más cosas puedan “hacerse solas”. Ello se aplica, por supuesto, a nuestra vida personal, pero también a la empresa.
Estas son algunas de las posibilidades que se abren al introducir el Internet de las cosas en tu empresa:
Conexión entre todo tipo de dispositivos
El hecho de que casi cualquier objeto pueda estar conectado a Internet permite que éstos se comuniquen entre sí para así aprovechar al máximo su funcionalidad. Esta comunicación, además de facilitarnos la conexión entre los dispositivos de nuestra empresa y, de esa forma, la conexión entre los empleados, conlleva una reducción en los costes empresariales. Según las empresas consultadas por el Barómetro Vodafone IoT, aquéllas que utilizan las posibilidades de comunicación que ofrece Internet han visto reducidos sus costes en un 20%.
Además, según la consultora tecnológica Gartner, en los tres años que nos esperan estarán conectados a la red casi 21.000 millones de dispositivos. Todo indica que, teniendo en cuenta estas cifras, esta función de comunicación dará lugar a un nuevo modelo empresarial, optimizando operaciones y consiguiendo un nivel de eficiencia hasta ahora desconocido del que se beneficiará tanto el empresario como los propios empleados.
Más (y mejores) datos
La hiperconexión tiene sus consecuencias, como la generación de un tráfico masivo de datos que precisa un almacenamiento, un procesamiento y un análisis inteligente. Ello posibilitará que los programas sean capaces de ejecutar acciones automáticamente y así facilitar la toma de decisiones a los profesionales. Además, esta avalancha de información de todo tipo, una vez automatizada, permitirá comprender mejor los comportamientos de los clientes y predecir (y aprovechar) tendencias.
Se gana así en certidumbre y seguridad en el negocio, al conocer mucho mejor y de forma objetiva el mercado en que se mueve el empresario. Ofrecer nuevos servicios, abrir nuevas líneas de comunicación, redirigir la estrategia de marca… son algunas de las posibilidades que se facilitan gracias a los datos generados por el Internet de las cosas.
Una mayor productividad y felicidad en la empresa
Esta posibilidad que ofrece el Internet de las cosas es quizás la más obvia, pero también la más importante: todos estos datos almacenados permiten obtener resultados mejores en menor tiempo. Así, al existir un sistema central, la empresa podrá consultar de manera conjunta todas las herramientas y dispositivos que estén conectados a su red.
Esto facilitará el acceso a la información almacenada y la posible resolución de los conflictos que puedan ocasionarse de manera más eficaz, también los relativos al mantenimiento de sus equipos y la subsanación de errores. Además, podrán predecirse posibles fallos antes de que se produzcan, ahorrando de esta manera dinero y tiempo. El tedioso ‘picado de datos’ y otras muchas actividades lentas y mecánicas también prometen pasar a la historia, dando paso a un modelo de trabajo más creativo y eficiente, estimulante para el empleado y cargado de flexibilidad.
Más seguridad para los datos
Otro de los aspectos más positivos de la implantación del Internet de las cosas en la empresa es la capacidad de esta tecnología para convertir la red en un lugar más seguro para los empleados de las empresas y para el negocio en sí mismo. Los proveedores de cloud computing invierten mucho más dinero del que pudieran tener las empresas en la seguridad y protección de los datos, para así proporcionar niveles de seguridad imposibles para una empresa común.
Hacia una empresa con tecnología más ecológica y económica
Muchos de los datos generados por el Internet de las cosas pueden tener que ver con las condiciones que nos rodean. ¿Por qué no usarlas a nuestro favor para construir una empresa más ecológica y con menos gastos energéticos y de consumo? La mayor conectividad de los empleados permite optar por un modelo de teletrabajo (aunque sea parcial) que permita ahorrar costes de oficina, suministros… así como de transporte del empleado día tras día con su vehículo, descongestionando las ciudades y ayudando a la conciliación familiar.
Además, el Internet de las cosas permite domotizar la oficina. instaurando, por ejemplo, un modo nocturno de consumo, controlando las horas de calefacción o luces, aprovechando al máximo la energía…
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