16 Feb ¿Conocen las empresas el valor real de las TIC y la analítica?
En los últimos años las innovaciones tecnológicas han pasado de ser un elemento exclusivo enfocado a grandes empresas o investigación científica a convertirse en el eje central de la nueva vida cotidiana, también en lo que a pymes y autónomos respecta.
Conceptos como TIC, Big Data, Inteligencia Artificial… se normalizan e integran en nuestro lenguaje y, poco a poco, también en nuestras vidas, uso y costumbres. Existen muchas aplicaciones que el avance tecnológico ha ofrecido al ámbito de la empresa: sin embargo, éstas parecen recoger el guante tímidamente, al menos si observamos los datos que generan los últimos estudios al respecto.
Eso sí, parece que muy pocas empresas ponen en duda a día de hoy la utilidad de las TIC (o lo que es lo mismo, las Tecnologías de la Información y la Comunicación). Éstas han supuesto una auténtica revolución en los procedimientos de transmisión de la información, aportando soluciones únicas ante problemas organizativos y productivos como los ofertados por Sotesa.
Sin embargo, todavía son muchas las empresas que aún se muestran reticentes a implantar parte de estas nuevas tecnologías que, antes o después, deberán instituirse como la base de operaciones de cualquier empresa del siglo XXI.
Desconocimiento del potencial de las TIC
Según un estudio de Forrester Consulting y BravoSolution, en el que se entrevista a 150 responsables del área de compras y finanzas/contabilidad de empresas europeas y norteamericanas de elevada facturación -entre 750 y más de 5.000 millones de dólares-, aunque la tecnología y la analítica están, en general, bien consideradas en la empresa como herramientas de valor, tan sólo un 45% de estos responsables sabe ver las ventajas que las TIC y la analítica aplicada pueden aportar a su negocio. Habría por tanto un cierto desconocimiento acerca del potencial de innovación de estas herramientas.
Según la misma encuesta –que recoge entre sus entrevistados a responsables de empresas de ventas mayoristas y minoristas, industria, energía, consumo o construcción, entre otros-, la mayoría de los encuestados–entre 7 y 8 de cada 10- aseguran ser conscientes de la importancia capital que tiene el ahorro en la compra de bienes y servicios –algo que el uso de las TIC y la analítica permite impulsar-, y consideran también que es importante elegir a los proveedores adecuados e identificar los mejores procesos para impulsar la eficiencia.
A pesar de todo ello, más del 90% asegura tener dificultades a la hora de demostrar el valor de sus actividades de compras.
¿Qué nos demuestran estas cifras? Entre otras cosas, la existencia de cierta falta de cultura en torno al concepto de nuevas tecnologías y, sobre todo, en cuanto a la analítica, una herramienta cada vez más sofisticada cuyo potencial resulta desconocido para muchos directivos y altos cargos. El salto es grande y, aunque se conocen las ventajas de las TIC grosso modo, cuesta dar el paso hacia su conocimiento profundo, así como invertir en ello o delegar estas tareas en proveedores especializados.
Sin embargo, los expertos lo tienen claro: tal y como aseguran los responsables del estudio, los equipos generan constantemente valores y datos medibles y objetivos cuyo valor es clave para entender funciones empresariales como la de compras. “Las empresas que se esfuercen en recoger y analizar estos datos y aplicarlos a través del ciclo completo de compras seguirán siendo competitivas”, asegura su director, Pablo Parellada.
El desconocimiento de las herramientas, de los usos de éstas o incluso de los datos que sería interesante recoger implica importantes costes -en forma de un ahorro objetivo no ejecutado- que las empresas están sufriendo por su desconocimiento y desconfianza ante estas tecnologías, que en caso de implementarlas podrían ofrecer costes más bajos, mayor eficiencia o, como venimos diciendo, una mayor visibilidad de cómo las actividades de compra afectan a la empresa, pudiendo emprender estrategias más ventajosas.
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