12 Abr Las 10 habilidades del futuro que demandará el mundo laboral
A lo largo de nuestra historia se han producido extensos períodos en los que todo parecía congelarse y permanecer estático, sin grandes cambios a la vista, mientras que en otros, mucho más breves, parecen precipitarse importantes transformaciones que marcan para siempre el devenir de nuestro progreso.
Parece evidente que los fenómenos producidos durante las últimas décadas -digitalización, crisis socioeconómica, democratización de las nuevas tecnologías…- se adscriben más al segundo grupo que al primero. Las bases para un nueva forma de entender el mundo están sentadas, y este cambio tocará de cerca de todas las áreas de nuestra vida, incluida la empresarial y laboral.
No es casualidad que llevemos años escuchando esa idea que aventura la crisis del modelo educativo actual, que habría quedado obsoleto por su intención de satisfacer las demandas de un mercado laboral que ya no existe y que, por lo tanto, no sirve de nada a las nuevas generaciones para el contexto laboral presente y futuro.
Esta es la tesis mantenida por el conocido visionario Stowe Boyd –ingeniero, emprendedor, exdirector de investigación de la multinacional tecnológica Gigaom y especialista en tecnologías de la información y en herramientas de colaboración en tiempo real-, quien defiende la sustitución del actual sistema educativo por uno más adaptado a las nuevas necesidades del mercado.
Boyd ha llegado incluso a descalificar informes como el publicado en enero de 2016 por el Foro Económico Mundial -The Future of Jobs-, que establecía una lisa de habilidades a adquirir de aquí a 2020, y que acusaba a la humanidad de arrastrar un atraso de más de una década con respecto a las necesidades reales del mercado.
Las habilidades del futuro que demandará el mundo laboral
De esta manera, el visionario estadounidense ha elaborado una lista de las 10 habilidades del futuro que realmente cree que demandará el mundo laboral. Habilidades que, con toda probabilidad, seguirán convirtiéndose en imprescindibles teniendo en cuenta los avances tecnológicos que ya puedes implantar en tu hogar o tu empresa.
1. Curiosidad. En un sistema educativo tan encorsetado como el actual, con programas tremendamente estrictos y plegados sobre sí mismos, la curiosidad queda penalizada. Esto resulta del todo inadmisible de cara a un nuevo mundo donde los cambios se producen a una velocidad de vértigo y en donde deberemos tener la capacidad de investigar acerca de cualquier nueva innovación tecnológica o profesional que pueda marcar el devenir de nuestro campo de actuación.
2. Relacionarnos con la Inteligencia Artificial (IA). Si en algo coinciden todos los estudios relativos al futuro laboral es en la irrupción de la IA como una fuerza emergente que acabará por alcanzar todos los sectores que imaginemos. En este contexto, Boyd apuesta por su integración en la realidad actual como una herramienta de potenciación que supla nuestra propias carencias.
3. Liderazgo sin título. El también denominado ‘liderazgo emergente’ consiste en desechar la anticuada idea de la estricta cadena de mando, siendo capaces de tomar decisiones y una actitud resolutiva sin la necesidad de burocratizar en exceso todo lo que conlleva el puesto de mando.
4. Paciencia. Se trata de ralentizar las decisiones que tomamos en caliente y asumir que nuestra formación personal nos dota de una serie de sesgos sociales y culturales que pueden provocar que no veamos la fotografía completa de la situación. Frente a ello, paciencia y toma del tiempo necesario para recopilar toda información y puntos de vista posibles.
5. Amplitud de miras. Venimos programados por una educación ética sustentada por algunos principios ya algo vagos que no nos dotan de una base suficiente para afrontar los nuevos cambios. Se trata de ampliar estos principios y buscar otros que nos sirvan para construir una nueva ética más compleja y enriquecida.
6. Eclécticos, sí, pero con trasfondo. No debemos dejarnos llevar por la corriente de conocimiento vago acerca de muchas cosas que nos permitan abarcar muchos ámbitos sin tener conocimiento profundo acerca de ninguno. Debemos procurar abarcar cuanto sea posible, sin descuidar el estudio real y profundo de lo que abarcamos.
7. Previsión. Se trata de no anclarnos al momento en el que vivimos, de forma que podamos pararnos a reflexionar y prever los posibles escenarios de futuro y, por tanto, las herramientas con que abordarlos.
8. Creatividad. Probablemente se trate del concepto que marca de forma más profunda el futuro mercado laboral. La creatividad es a día de hoy la cualidad más deseada en un contexto en el que todo parece inventado y las empresas requieren cada vez más de nuevos puntos de vista que aborden los problemas tradicionales con enfoques completamente rompedores.
9. Capacidad de ruptura. Nos referimos a una ruptura con el pasado. En relación con el anterior punto, la creatividad requiere de la capacidad de quitarnos las férreas cadenas del pasado y pasar a recorrer nuevos caminos que nos permitan acceder a lugares hasta ahora no visitados.
10. Toma de decisiones. Con la ya citada irrupción de la IA, todavía existirán conceptos más abstractos y decisiones por tomar que no podrán dejarse en mano de robots, por lo que cada vez habrá más demanda de personas con una capacidad de pensamiento más abstracta, alejada de los antiguos y presentes trabajos más rutinarios.
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